Publicado hace 13 años por Rechonchogarfield a estrelladigital.es

La hipocresía de algunos de sus críticos no exime a González. Sus palabras son gravísimas. Al admitir que tuvo la decisión de dinamitar a ETA en sus manos está diciendo implícitamente que las alcantarillas del Estado desembocaban sobre la mesa de su despacho, que la última palabra era la suya. Y esa confesión del presidente de un Gobierno en el que fueron condenados el secretario de Estado de Seguridad y el ministro del Interior por la guerra sucia contra ETA –que dejó 23 muertos, no lo olvidemos–, entra en frontal contradicción con la que sie

Comentarios

Fingolfin

Felipe González no da una puntada sin hilo, dudo que tenga algo de desliz.

piratux

Cortina de humo, todos hacen lo mismo, ¿por qué habló Bush?

Fesavama

¿Tal vez porque esos delitos ya habrían prescrito?

D

¡Y lo votan negativo!
Dónde vamos a parar si los fanboys no respetan ya ni a Mesías suyos como Escolar