Vivimos una paradoja: somos ciudadanos del siglo XXI con hormonas del Paleolítico e instituciones del Imperio Romano. Amamos como si estuviéramos cazando mamuts, pero exigimos estabilidad emocional en formatos sociales diseñados hace milenios. ¿Resultado? Una trampa. La trampa del amor romántico.
|
etiquetas: amor , luis muiño
"La pasión, por definición, no puede durar".
Una letra fantástica, por cierto.