Europa se endeuda, sus servicios públicos se aprietan el cinturón y las grandes firmas militares, con capital norteamericano dentro, multiplican beneficios.Cada euro que se destina a tanques, cazas o misiles sale del mismo bolsillo colectivo que debería sostener hospitales, becas y pensiones. No tiene vuelta de hoja. Es como hipotecarse para siempre en una casa que no será tuya: la propiedad y la rentabilidad se las quedan las empresas armamentísticas y los fondos de inversión, mientras que los contribuyentes cargarán con los plazos eternos.