Lo relevante del discurso de von der Leyen es lo que hay detrás de sus propuestas o, mejor, lo que no hay, el tono fantasioso y cínico, por no decir falso, y la obsesión en la que estuvo centrado. La presidenta comenzó diciendo que Europa está en combate, un término que utilizó cinco veces en las seis primeras frases de su discurso. Dijo que Europa está en combate por su libertad e independencia, por la democracia y nuestros valores y por la capacidad de determinar nuestro futuro, y preguntó: «¿Tiene Europa estómago para este combate?».