#1 Pues mira, no me gusta nada la peli de 300. Pero me has recordado a cuando la reina Gorgo dice: ¡Estamos en Guerra! Supongo que estamos en una guerra por el relato.
#6 Ha atufando siempre a Naftalina, es ultraderechista, además de bastante pedante y egocéntrico.
Nunca entendí que fuera de tertuliano a la Cadena ser, donde ponía en practica esa disciplina del arcano, pero varias veces le pudo su ego y se mostró como es, un peligro para la democracia .
Si tu usas a civiles como escudos humanos de forma deliberada en un conflicto bélico, el responsable de esas muertes eres tú.
El ejército enemigo tiene la obligación moral de permitirte evacuar a los civiles y darte un tiempo razonable para hacerlo, lo que no tiene es la obligación de renunciar a atacar porque tú decidas de forma deliberada no evacuar a los civiles, dejarlos en la zona del frente y usarlos como escudos humanos.
#1 Estos artículos atribuyendo a Montoro como el último socialista, o siempre ayudando a los socialistas o ese Sanchista lo que demuestra es que dan credibilidad a las acusaciones de la instrucción del sumario y que saben que esto va hacer mucho daño al PP y buscan marcar distancia, esto,es la corrupción sistémica, involucra en el proceso de elaboración de leyes y varios ministerios y altos funcionarios.
Lo peor es que el PP quiere erigirse como un buen gestor económico y lo lo que es es un partido donde prolifera la corrupción, lo hacen muy bien lo institucionalizan. Y si no es por un juzgado de Tarragona esto no sale a la luz . En Madrid tienen controlada a la fiscalía que impidió que se iniciará la investigación.
#1 Bueno, a ver, seamos sinceros con nosotros mismos, que la cosa es divertida:
si cuando cualquiera antaño socialista e, incluso, ¡presidente del gobierno bajo las siglas del psoe! que critica o juzga (erróneamente, por supuesto) al Líder es un ppro camuflado, un astuto fascista y demás, es lógico y natural que ahora los ppros y demás carroña digan que, en realidad, este infecto sujeto es un socialista infiltrado para denostarles.
#5 Una de las máximas de las religiones y sectas es que el líder es infalible y omnipotente. Y cuanto más necesario sea carecer de razón para apoyarle, más fanáticos serán sus seguidores.