Todo el G-7 se arrodilla. Aplaude el 28 de junio que Washington se retire del acuerdo de la OCDE que imponía un impuesto sobre sociedades del 15% mínimo a las multinacionales. Alemania, Francia e Italia, obligadas a ese gravamen por directiva europea, embarran a sus empresas con una nueva competencia desleal de EE UU. Ni la Comisión ni el Eurogrupo se quejan. El canciller alemán Friedrich Merz mata la unión bancaria. “No hay absolutamente ninguna razón” para agrupar en uno los fondos de garantías de depósitos (FGD) actualmente “a nivel de...????