El detonante del escándalo estalló el pasado 5 de noviembre, cuando Arturo Villarroya González, vicepresidente de Revuelta y asesor del grupo parlamentario de Vox en el Parlamento Europeo, junto a Javier Esteban Bejarano, miembro de la junta directiva, presentaron una denuncia ante la Fiscalía. En ella, acusan al presidente de la organización, Jaime Hernández Zúñiga –exempleado de Vox en su sede central de Madrid–, y a sus dos hombres de confianza, Santiago Aneiros y Pablo González Gasca, de graves irregularidades.