Vaya película! Yo trabajé el un camión que repartía carne. En día empezaba en el matadero. Es alucinante la velocidad con la que mueren los animales. Todos.
Los cerdos entran por una cinta transportadora y dos electrodos les tocan el cuello. Se acabó. Ni convulsionan siquiera.
Las vacas reciben el disparo de una pistola neumática que proyecta un punzón metálico de unos quince centímetros, que entra entre el cuello y la cabeza. Un descabello mecánico, vamos. Ya está. El animal se desploma.
No hay agonía, ni pelea, ni miedo, ni nada. Ni nadie se ríe por matar, aunque si, tal vez, de los chistes de los compañeros. No se clavan cuchillos en la garganta de animales vivos: se descabella o electrocuta según el tamaño delv animal.
Yo creo que hasta la ultraderecha sabe que necesitamos inmigración, todos sabemos cómo está nuestra pirámide demográfica y que la tasa de nacimientos es muy baja.
El debate en realidad es qué tipo de inmigración. No es lo mismo que vengan familias hispanoamericanas (a veces incluso con estudios superiores) a que vengan pateras con un >95% de hombres jóvenes, sin estudios, sin oficio ni beneficio.
Los primeros llegan con una mayor integración cultural de partida, a aportar directamente a la sociedad, a trabajar, mientras que muchos de los segundos necesitan ser integrados con la ayuda del Estado y las entidades sin ánimo de lucro. Algunos lo consiguen tras varios años, otros no.
Obviamente cada caso es un mundo, y habrá de todo desde todos los orígenes, pero en general hay grandes diferencias entre ellos.
Pero también he de decir que intentar analizar estos fenómenos sociológicos es xenofobia y punto, está muy feo eso de pensar e intentar argumentar.
Escalera de hierro oxidada, azulejos rotos, zonas rugosas de difícil limpieza y sin pintura epoxi, etc.
Y para acabar van pidiendo pasta.
Los cerdos entran por una cinta transportadora y dos electrodos les tocan el cuello. Se acabó. Ni convulsionan siquiera.
Las vacas reciben el disparo de una pistola neumática que proyecta un punzón metálico de unos quince centímetros, que entra entre el cuello y la cabeza. Un descabello mecánico, vamos. Ya está. El animal se desploma.
No hay agonía, ni pelea, ni miedo, ni nada. Ni nadie se ríe por matar, aunque si, tal vez, de los chistes de los compañeros. No se clavan cuchillos en la garganta de animales vivos: se descabella o electrocuta según el tamaño delv animal.
El debate en realidad es qué tipo de inmigración. No es lo mismo que vengan familias hispanoamericanas (a veces incluso con estudios superiores) a que vengan pateras con un >95% de hombres jóvenes, sin estudios, sin oficio ni beneficio.
Los primeros llegan con una mayor integración cultural de partida, a aportar directamente a la sociedad, a trabajar, mientras que muchos de los segundos necesitan ser integrados con la ayuda del Estado y las entidades sin ánimo de lucro. Algunos lo consiguen tras varios años, otros no.
Obviamente cada caso es un mundo, y habrá de todo desde todos los orígenes, pero en general hay grandes diferencias entre ellos.
Pero también he de decir que intentar analizar estos fenómenos sociológicos es xenofobia y punto, está muy feo eso de pensar e intentar argumentar.