#15 No puedes limitar la compra a extranjeros europeos, pero puedes subir el IBI un 100% y luego permitir a los residentes en España desgravarse el 50% del IBI con lo que, a afectos reales los residentes no quedan afectados por el aumento del IBI. El alemán que compra tres o cuatro pisos para destinarlos al alquiler tendrá que pagar más IBI.
También puedes limitar (o grabar) la compra de vivienda por parte de sociedades. Y puedes hacer que esos impuestos no se tengan que pagar si en vez de comprar sobre oferta existente, se ejecuten promociones de nueva construcción.
Hay muchísimas medidas posibles para limitar la demanda de actores improductivos (rentistas y especuladores) sin ir en contra del mercado común.
Como en muchas cuestiones sociales, hay que juzgar caso a caso, pero las críticas que describes surgen de observaciones estadísticas y patrones documentados donde desequilibrios de poder, experiencia y madurez pueden facilitar dinámicas abusivas. La preocupación social existe precisamente porque estas dinámicas son más comunes en relaciones con grandes diferencias de edad.
Es cierto que la diferencia de edad por sí sola no es un indicador de si una pareja es saludable o no y tu caso personal demuestra que sí puede serlo. Estoy de acuerdo en que el debate social debería centrarse menos en condenar automáticamente y más en educar sobre qué constituye una relación saludable, respetando la agencia de las mujeres adultas siempre y cuando se mantengan alertas ante patrones preocupantes.
Ahora bien, la gente normal y corriente no entra en análisis sesudos sobre autonomía, madurez emocional o manipulación, y menos aún sin tener todos los datos sobre la pareja en cuestión. Tendemos a los juicios rápidos y basados en prejuicios, en este y en muchos otros temas. Nadie está libre de juicio, ni de prejuicio ni sesgos.
Y por supuesto el debate nunca se centra en cambiar las clasificaciones para dejar atrás "hombre" o "mujer" y darle toda la importancia a factores biológicos y fisiológicos directamente relacionados con cada disciplina en particular. Es mucho mejor centrar el debate como "tener a gente compitiendo entre ellas con ventajas/desventajas biológicas" VS. "volver a conceptos de sexo/género desfasados", donde va a parar.
Incluso si ignoramos que el género va mucho más allá de los cromosomas, o nos olvidamos de la existencia de personas intersexuales (cuyos cromosomas pueden no coincidir con la expectativa que tenemos de otras características), en mi opinión personas con características físicas similares (en lo relevante para cada deporte) deberían poder competir en la misma clasificación, y aquellas con características muy diferentes competir en clasificaciones distintas.
El sexo/género (incluso el asignado al nacer) es una aproximación a esto, pero cada vez está más claro que es 1) insuficiente y 2) incompatible con una sociedad que lo reconoce como un factor complejo, multi-facético y no-binario.
También puedes limitar (o grabar) la compra de vivienda por parte de sociedades. Y puedes hacer que esos impuestos no se tengan que pagar si en vez de comprar sobre oferta existente, se ejecuten promociones de nueva construcción.
Hay muchísimas medidas posibles para limitar la demanda de actores improductivos (rentistas y especuladores) sin ir en contra del mercado común.
www.meneame.net/story/anuncio-navidad-campofrio-2025-polarizados
#35 Lo mandé, pero no gusto tanto como otros años. Porque será.
Aunque lo expliques, especialmente los polarizados, no lo van a entender...
#26 Los polaizados son los mas intransigentes.
#34 Te has quedado sin carnet de partido
Es cierto que la diferencia de edad por sí sola no es un indicador de si una pareja es saludable o no y tu caso personal demuestra que sí puede serlo. Estoy de acuerdo en que el debate social debería centrarse menos en condenar automáticamente y más en educar sobre qué constituye una relación saludable, respetando la agencia de las mujeres adultas siempre y cuando se mantengan alertas ante patrones preocupantes.
Ahora bien, la gente normal y corriente no entra en análisis sesudos sobre autonomía, madurez emocional o manipulación, y menos aún sin tener todos los datos sobre la pareja en cuestión. Tendemos a los juicios rápidos y basados en prejuicios, en este y en muchos otros temas. Nadie está libre de juicio, ni de prejuicio ni sesgos.
Incluso si ignoramos que el género va mucho más allá de los cromosomas, o nos olvidamos de la existencia de personas intersexuales (cuyos cromosomas pueden no coincidir con la expectativa que tenemos de otras características), en mi opinión personas con características físicas similares (en lo relevante para cada deporte) deberían poder competir en la misma clasificación, y aquellas con características muy diferentes competir en clasificaciones distintas.
El sexo/género (incluso el asignado al nacer) es una aproximación a esto, pero cada vez está más claro que es 1) insuficiente y 2) incompatible con una sociedad que lo reconoce como un factor complejo, multi-facético y no-binario.