La campaña de la patata empieza con optimismo, después de las polémicas que han rodeado al sector en las últimas semanas por la importación de productos de Egipto e Israel. Mientras la patata nueva española empezaba a salir en el campo, las grandes cadenas de distribución estaban apostando por importar patatas de Israel y Egipto. Solo en 2024 se importaron 80.000 toneladas de este origen.
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Pero las patatas las he ido a comprar a otro sitio igualmente.
Ojalá que no sea un solo lote y sirva de algo hacer boicot al genocidio.
...y sólo si les pillan.
En Canadá, en su boicot contra EEUU, fue lo primero que hicieron en los hipermercados, todos los lineales y estanterías con su correspondiente banderita (bien grande) de origen.
Además están las consideraciones ambientales de traer la comida del quinto coño y en este caso las humanitarias.
Hay que intentar consumir fruta y verdura de temporada y a ser posible de proximidad. Ante la duda es tan simple como mirar la etiqueta.
No son españolas, pero tampoco están manchadas de sangre, vienen de Francia.
Una cadena pública de distribución solucionaría esta y muchas otras cuestiones.