La explicación más simple era la correcta: un satélite Starlink reentró en la atmósfera sobre la península el domingo. La etapa del cohete chino Jielong-3, el gran sospechoso, lo hizo una hora después en otra trayectoria
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El problema real con las constelaciones como esa es que al desintegrarse dejan metales en la atmósfera. Qué cuando es uno al año "no pasa nada" pero el volumen futuro de desintegraciones de ese tipo va a ser considerable.
Navaja de Ockham en estado puro.