Señores de El Plural, por favor, no nos tratéis a los lectores de izquierdas como si fueramos igual que imbéciles que los de derechas que tragan día si y día también con todo tipo de imágenes manipuladas.
Con esa imagen, os habéis rebajado al nivel de la derechusma.
#8 ¿Has visto manifestaciones multitudinarias en contra de la invasion en Israel? Que yo sepa, solo una pequeña parte se manifiesta contra Netanyahu y la mayoría son descendientes de los supervivientes del holocausto, los judíos mas odiados por los sionistas.
#2 pregunto con total curiosidad y sin mal tono:
Si los precios los ponen los supermercados y el salario los empresarios, ¿cómo interviene ahí el gobierno?
#5 no veo que acabe culpando al machismo. Al contrario, se plantea si es por marketing o por machismo y se decanta por el marketing como respuesta y que el machismo editorial es un tópico.
#8 con este tipo de comentarios se busca manipular para justificar el odio, el miedo y la violencia.
No todo el que interviene sufre consecuencias negativas. Cada caso depende del contexto. Si alguien actúa fuera de la ley —por ejemplo, agrediendo o reteniendo personas sin autoridad— puede ser denunciado, y con razón.
Criticar acciones no es “defender delincuentes”. Retener a personas migrantes en situación vulnerable no es heroísmo, es ilegal. Por muy buena que parezca la intención, no todo vale.
Llamar “inmigrantes ilegales” deshumaniza. Las personas no son ilegales. Muchos migran por necesidad extrema. Tienen derechos y deben ser tratados con dignidad.
No estamos en un “mundo al revés”. Lo que está del revés es creer que aplicar violencia arbitraria o linchamientos civiles es defender la ley.
Decir “hay que apretarles hasta que revienten” no es valentía. Es incitación al odio. Y eso sí que es peligroso, injusto e ilegal.
La legalidad no se protege con discursos agresivos ni con odio de clase o xenofobia. Se defiende con justicia, proporcionalidad y respeto a los derechos humanos.
No entiendo en estos casos como no hay nadie en todo el vagón que haya ayudado. Dejaron al hombre solo, aunque seguro que no se han olvidado de grabar la escena. Seguro que Tik Tok tiene ya varios vídeos de la escena.
#6 De hecho esta por ver si cuando se la menea a Sanchez no esta haciendo uso de recursos oficiales del gobierno para su propio goce y disfrute. Esperemos que Peinado aclare esto pronto, que parece coña esto ya.
Con esa imagen, os habéis rebajado al nivel de la derechusma.
Los menos "austeros", son los que compran miles de mierdas de usar y tirar en Zara y Shein, es con esa cultura con la que hay que acabar.
Si los precios los ponen los supermercados y el salario los empresarios, ¿cómo interviene ahí el gobierno?
Las personas no son ilegales, como mucho pueden ser bastardas y también es un concepto arcaico.
#1 Pues si sois tan malos como la izquierda, porque siempre salís con "y la izquierda qué", no creo que sea motivo de orgullo.
O a lo mejor es que no te queda más argumento que "ellos también son unos trozos de mierda".
espera
jajajajjajaja
chiflado.
Abascal siempre arremete contra aquellos que le enmiendan la plana, sean quienes sean
Sorpresa ninguna
Madre del amol elmoso!
Válgame el señol!
No todo el que interviene sufre consecuencias negativas. Cada caso depende del contexto. Si alguien actúa fuera de la ley —por ejemplo, agrediendo o reteniendo personas sin autoridad— puede ser denunciado, y con razón.
Criticar acciones no es “defender delincuentes”. Retener a personas migrantes en situación vulnerable no es heroísmo, es ilegal. Por muy buena que parezca la intención, no todo vale.
Llamar “inmigrantes ilegales” deshumaniza. Las personas no son ilegales. Muchos migran por necesidad extrema. Tienen derechos y deben ser tratados con dignidad.
No estamos en un “mundo al revés”. Lo que está del revés es creer que aplicar violencia arbitraria o linchamientos civiles es defender la ley.
Decir “hay que apretarles hasta que revienten” no es valentía. Es incitación al odio. Y eso sí que es peligroso, injusto e ilegal.
La legalidad no se protege con discursos agresivos ni con odio de clase o xenofobia. Se defiende con justicia, proporcionalidad y respeto a los derechos humanos.
De verdad que menuda verguenza.