#36 No vale para la discusión de la noticia, pero yo no me opongo a ninguna religión. Cada cual debe ser libre de creer lo que quiera y por el tema de las guerras santas, el ser humano es ambicioso e intolerante al que es diferente por naturaleza. Si no existieran las religiones, los humanos se matarían por otras razones de todas formas, incluso por una bandera, símbolo o hasta por un equipo de fútbol. Si Mamdani fuera cristiano como ella, igual lo criticaría por su apariencia, ideología, etc.
Ese es el ser humano en su mayoría. Los que no somos así somos la minoría.
#36 O sea, ¿odias a los musulmanes, por el mero hecho de ser musulmanes, a los nosecuantos mil millones que existen, todos ellos? ¿También a los cristianos, a los pastafaris o a todo el que no sea ateo, los quieres fuera de tu país, que no se cuelguen una Cruz de Caravaca al cuello ni vayan a misa ni se pongan un pañuelito cubriéndose el pelo ni nada?
Perdona, pero no creo que seas "islamófobo". Ser eso es una cosa muy diferente. No te gustan los fanáticos, eso es normal, pero no eres "islamófobo", igual que el hecho de que no te guste Israel no te hace antisemita.
#36 Digo yo que, si es relevante para la causa, se podra pedir el registro de llamadas de aquellos que supuestamente hablaron con Mazon. Que vendria a ser lo mismo que citar a la periodista o al dueño del Ventorro.
#36 El uso del condicional significa en español lo que significa y no lo que alguien puede creer que he querido decir. Por cierto no lo conozco de nada para que me tutee.
#36 Ir a las librerías de viejo es una aventura que no se puede comparar con casi cualquier librería, sobre todo si son de cadenas, bucear una hora entre libros y encontrar siempre algo que llevarse, toparse con viejas lecturas. Aunque lo más emocionante son algunas dedicatorias o notas al margen escritas por humanos de otros tiempos.
#36. Todo libro físico tiene su público y si las "librerias tradicionales" hacen bien su trabajo tampoco las veo en peligro.
Los libros físicos no vienen con sistemas DRM instalados de fábrica, ni necesitan ni electricidad para ser leidos, ni sistemas operativos inestables, ni baterias pendientes de carga, ni cargadores, ni pantallas, ni ampliaciones de memoria. Esa "independencia" y "libertad" física que ofrecen los libros físicos no tiene precio.