Hay decisiones políticas que matan. No de forma inmediata ni visible, sino lentamente, en silencio, bajo la apariencia de gestión técnica. Así ocurrió con la crisis de la Hepatitis C durante el gobierno del Partido Popular, cuando miles de personas murieron esperando un medicamento que ya existía, pero que se consideró “demasiado caro” para financiar. Y así vuelve a suceder ahora en Andalucía, donde el gobierno de Moreno ha admitido que se “guardaron” resultados dudosos en pruebas de cáncer de mama “para no generar ansiedad”