Por fin hemos encontrado un uso a las criptomonedas. Los que me leéis desde hace una temporada probablemente sabéis que soy profundamente escéptico sobre las criptomonedas. Siempre he sido de la opinión de que son una solución en busca de un problema, no una tecnología revolucionaria; no tienen mayor valor inversor que una colección de sellos, exceptuando el hecho de que un sello al menos te sirve para enviar una carta.