"algo que, cuando llegue el caso, nos ayude a hablar, a escribir y también a pensar (...). Y para esto hay que crear, junto al actual registro por abecé, archivo hermético y desarticulado, el diccionario orgánico, viviente, sugeridor de imágenes y asociaciones, donde, al conjuro de la idea, se ofrezcan en tropel las voces, seguidas del utilísimo cortejo de sinonimias, analogías, antítesis y referencias; un diccionario comparable a esos bibliotecarios solícitos que, poniendo a contribución el índice de materias, abren camino al lector más desorientado, le muestran perspectivas infinitas y le alumbran fuentes de información inagotables"
Palabras de Julio Casares.
#15 Tiene razón #2, pero tampoco es verdad que Laboro desacredite a los sindicatos, repasa, siempre habla de los "sindicatos" y se refiere única y exclusivamente a CCOO y UGT.
Tienen un problema muy grande, su modelo sindical que no se basa en las cuotas de los afiliados, depende mucho de otras fuentes de ingresos como la representación sindical, las mesas falsas de negociación, los cursos,....
Otros sindicatos con ELA, LAB, CIG, ESK, CGT, CNT,.... su fuente de ingresos principal es la afiliación.
Pero la culpa de que esto sea asi la tienen los votantes y afiliados que respaldan ese modelo. Cuando queráis lo podéis cambiar.
#15 Se critica todo lo que hacen los sindicatos pero aún no he visto a nadie decir "yo renuncio a mis vacaciones, a mis bajas por enfermedad pagadas, al convenio que tengo, a trabajar ocho horas...".
Sería interesante haber el experimento de que lo que firman los sindicatos solo afecte a sus afiliados, a ver quién prefería volver a las condiciones laborales de 1800.
#19 Del artículo que enlazas (traducido con DeepL):
“Técnicamente, España no está realmente sin presupuesto, ya que la que se amplía es bastante funcional y abarca todos los principales capítulos de las finanzas públicas”, dice el economista Javier Díaz-Giménez, profesor del IESE. Por lo tanto, no se preocupen, con o sin presupuesto, las pensiones están cubiertas, al igual que los salarios de los funcionarios o los gastos de salud y educación.
“Al final del día, esto obliga al Estado a una cierta sobriedad, ya que se ve obligado a contener los nuevos gastos. Y estamos en un contexto de crecimiento donde los ingresos fiscales están aumentando, lo que explica una buena parte de la reducción del déficit. Casi se podría decir que el país está trabajando mejor sin presupuesto, ya que dificulta la tentación del gasto público imprudente. »"