No solo el código genético y el postal determinan la salud de un individuo. Todo lo que nos envuelve, desde el aire que respiramos a lo que uno compra en el supermercado son determinantes. Tras esas costumbres y productos se erigen poderosas corporaciones cuyos actos pueden tener repercusiones descomunales en la vida de la gente, cuenta Anna Gilmore. “La forma más sencilla de verlo es fijarnos en la magnitud del daño causado por cuatro productos: el tabaco, los combustibles fósiles, el alcohol y los alimentos".
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etiquetas: salud pública , contaminación , alimentos , tabaco , alcohol
Pues nada. Habrá que dejar de alimentarse...
El tabaco y el alcohol (pese a la enorme variedad de bebidas) lo veo razonable listarlos cada uno como un sólo producto. Los combustibles fósiles me chirría más, y lo de los alimentos es absurdamente general.
A la otra dice un solo producto. El producido por el hombre