El que no la quería podía pagar los gastos de viaje de otra forma y se le abonaban igual con la nómina. Por ejemplo había gente que prefería usar su propia tarjeta que tenía mejores coberturas de seguro o generaba puntos.
#36 cuando viaje a Chile. Me sorprendió ver que había buses cada 5 minutos por 5€ para un trayecto tipo Santiago - Valparaíso.
La razón? Pues que hay muchas empresas privadas compitiendo entre ellos por la misma ruta. En España en cambio, se consesiona la ruta a una sola compañía que se queda con el monopolio y pone los precios que les da la gana. Un completo sinsentido.
Otro ejemplo con trenes. El tren bala de Japón no sólo no recibe subvenciones sino que tiene beneficios. Ni que decir que su frecuencia es de cada 10 minutos incluso para trayectos de 600km. Lo mismito que Renfe verdad?
A mí me daba la empresa una Visa Oro con aplazamiento a mes vencido para que no tuviera que financiar gastos de viaje. Pagaba todos los gastos con esa tarjeta y si no me despistaba, me los ingresaban con la nómina antes de la liquidación de gastos de la tarjeta.
De hecho la podía usar para mis gastos personales, y de esos no pasar nota. Cuando era aún joven me venía bien para tener una tarjeta de crédito sin cuotas mensuales para alquilar coches en mis vacaciones etc.
Ayuso, o más bien Miguel Angel Rodriguez,
habla emocionalmente, no tecnocráticamente, representa una identidad y una aspiración más que una ideología, se beneficia de una estructura mediática y sociológica favorable, y enfrenta a una oposición dividida y carente de relato emocional.
Ayuso habla a los que quieren ser ricos, por eso ganan desde el 95.
#3 Exactamente, al principio eres un crio sin preocupaciones y a medida que vas creciendo vas tomando más responsabilidades y en la década de los 40 es cuando te das cuenta de que, por mucho que te hayas esforzado, no eres un rockefeler ni un lider ni trabajas en lo que te gustaría trabajar sino en aquello en lo que hay trabajo... y, a partir de los 50, ya estás en modo: Yo hago mi trabajo hasta que me jubile pero sin preocupaciones, porque se, por experiencia, que nadie me lo va a agradecer, así que no voy a perder el sueño... y cada vez más.