#2 Inspección de Trabajo es de risa. Avisan con antelación, dando tiempo a la empresa a corregir in situ. Lo mismo ocurre con los ficheros de horarios.
Las empresas siguen imcumpliendo los horarios, las jornadas, las horas extras.
Es nombrar Inspección de Trabajo y darme un ataque de risa.
Lo sé de primera mano y como denunciante.
#3 Joder.
Sale en la noticia, han tardado horas en detenerlo.
¿Y Seguís queriendo dar pena?
Vosotros lo que queréis es pagar vuestras frustraciones con los más débiles, como buen lumpen.
Es que los jóvenes fascistas son maleducados, desordenados, van lo loco pegando palos y echando espuma por la boca sin ningún control. Los fascistas de antaño, en cambio, te invadían Polonia, pero con disciplina y pulcritud, las botas limpias, el paso firme e impasible el ademán.
#17 si la población se rebela y cuelga por los pies a quienes dieron la paliza al paisano pues mira, ni tan mal. El tema es que tenemos a mucho premio nobel buscando linchar a quienes no han hecho nada. No sé si consigues procesar el conflicto moral que plantea eso.
pero que no se les ve el pelo en Cartagena o Cádiz junto a los piquetes de los obreros del metal.
Y nunca los verás en huelgas, manifestaciones para mejorar la sociedad, exigir derechos o enfrentarse a los poderosos. Nunca los verás con los desfavorecidos, los pobres o las minorías.
Son escoria prescindible, una rémora para que la sociedad avance, puro odio, pero son útiles como brazo armado de quienes los manejan y se aprovechan de su escaso cerebro.
Era esto. No eran esos pobres diablos que vienen en patera buscándose las papas; eran los grandes inversores comprando manzanas enteras de edificios y desalojando barrios enteros con la connivencia de los gobiernos municipales para convertir el centro de las ciudades en un estándar para que, pobrecito mío el turista, se sienta como en casa así esté en Cádiz, en Santiago, en Roma o en Londres.
Era ese enorme plan capitalista de privatizar lo más rápido posible tres de los cuatro pilares básicos para cualquier sociedad: sanidad, educación y vivienda; ya sólo queda la alimentación, que también está en camino. Y para poder llevar a cabo ese magnífico plan en el que se dan maravillas como que haya irlandeses comprando vivienda en España para especular, o políticos dejando que grandes grupos compren vivienda social a precio de derribo para revender a niveles ibicencos, o utilizar las redes sociales para crear una opinión uniforme que dice que si no tienes vivienda es porque pediste mucha comida a domicilio mientras veías Netflix...
...aquí estamos la mayoría, peleando entre nosotros a ver quién es más pobre.
Los madrileños no entienden cómo los nuevos toldos temporales de la Puerta del Sol le cuestan tanto al Ayuntamiento de Madrid.
La mayoría lo entiende perfectamente.
Político que privatiza, político que no hace el trabajo para el que se le ha contratado. Estás para gestionar lo público, y si no sois capaces, a la puta calle. Cuadrilla de inútiles.
#4 Todo suma. Si le dan a la maquinita pero transmiten confianza de saber lo que estan haciendo la gente sigue comprando, pero hoy en dia con el gobierno que tienen los inversores prefieren ponerse a salvo por que no se fian de lo que vaya a pasar.
xcancel.com/JulianMaciasT/status/1944788465201106998
Las empresas siguen imcumpliendo los horarios, las jornadas, las horas extras.
Es nombrar Inspección de Trabajo y darme un ataque de risa.
Lo sé de primera mano y como denunciante.
Sale en la noticia, han tardado horas en detenerlo.
¿Y Seguís queriendo dar pena?
Vosotros lo que queréis es pagar vuestras frustraciones con los más débiles, como buen lumpen.
Dónde va usted a comparar.
pero que no se les ve el pelo en Cartagena o Cádiz junto a los piquetes de los obreros del metal.
Y nunca los verás en huelgas, manifestaciones para mejorar la sociedad, exigir derechos o enfrentarse a los poderosos. Nunca los verás con los desfavorecidos, los pobres o las minorías.
Son escoria prescindible, una rémora para que la sociedad avance, puro odio, pero son útiles como brazo armado de quienes los manejan y se aprovechan de su escaso cerebro.
Era esto. No eran esos pobres diablos que vienen en patera buscándose las papas; eran los grandes inversores comprando manzanas enteras de edificios y desalojando barrios enteros con la connivencia de los gobiernos municipales para convertir el centro de las ciudades en un estándar para que, pobrecito mío el turista, se sienta como en casa así esté en Cádiz, en Santiago, en Roma o en Londres.
Era ese enorme plan capitalista de privatizar lo más rápido posible tres de los cuatro pilares básicos para cualquier sociedad: sanidad, educación y vivienda; ya sólo queda la alimentación, que también está en camino. Y para poder llevar a cabo ese magnífico plan en el que se dan maravillas como que haya irlandeses comprando vivienda en España para especular, o políticos dejando que grandes grupos compren vivienda social a precio de derribo para revender a niveles ibicencos, o utilizar las redes sociales para crear una opinión uniforme que dice que si no tienes vivienda es porque pediste mucha comida a domicilio mientras veías Netflix...
...aquí estamos la mayoría, peleando entre nosotros a ver quién es más pobre.
Es un programa blanco de entretenimiento sin más.
La mayoría lo entiende perfectamente.