#4 Lo peor de todo es el enorme riesgo que asumen quienes están en el proceso de naturalización: cuando te confirman que estás en proceso de naturalización, y que en unas semanas te llegará tu certificado y pasaporte, tienes que entregarle a la administración la green card, la tarjeta de residente permanente.
Recordemos que la green card es algo que, en principio, uno debería llevar encima todo el tiempo para acreditar el estatus legal de residente permanente. Durante las cinco o seis semanas que tardan en mandarte el certificado y el pasaporte, te conviertes en un inmigrante indocumentado, quedando a merced de ICE.
Para los camisas pardas, esto es pesca fácil: la gente que está haciendo cola para recibir su pasaporte estadounidense y su certificado de naturalización son inmigrantes indocumentados a petición de la administración estadounidense.
#3 los salarios no son el mayor problema. Te vas fuera y al principio ves una oferta economica que te atrae, pero en cuanto saboreas lo que son los derechos laborales, la conciliacion familiar, el derecho a la desconexion....
volverse perdiendo dinero es facil porque ahorrando puedes hacer un colchon para salvar esa diferencia pero perder el resto de cosas... eso si es duro
Hay mucha gente estúpida por el mundo, estaba precintada, ademas el ayuntamiento todos los días renovaba el precinto y se lo rompían, los servicios de emergencia lograron rescatar a dos con vida, aparte de esos cuatro muertos.
"... explica cómo fueron esos años ejerciendo la prostitución en más de 40 prostíbulos por toda España; el primer país de la Unión Europea en consumo de prostitución y donde cuatro de cada diez hombres reconocen haber pagado por tener sexo."
No sé, creo que nos estamos volviendo demasiado normativos. Todo es NO. No me llames, no me escribas, no bebas, no fumes, no hables, no digas tonterías, no ronques, no te suenes, no estornudes, no hables alto, no hables bajo que no te escucho, no cocines que manchas, no sudes que hueles... En fin, vamos camino de una sociedad aislada, donde todo está mal visto...
Para que los más boomers tengan una analogía es algo parecido a (o una evolución de) hacer una visita a casa de alguien sin avisar antes por teléfono.
Eso podría ser habitual en los de la generación de la posguerra porque no se había generalizado el teléfono, o entre los niños, que no tenían acceso a este, pero después pasó a ser algo "invasivo" que solo esos de generaciones anteriores hacían.
Cuando solo había un teléfono en la casa podías estar de tertulia con los amigos o haciendo mil cosas en la calle sin que nadie te interrumpiese para charlar un rato.
Desde que llevamos el teléfono en el bolsillo, para mi, el protocolo es mandar un mensaje preguntando cuando tengo un rato libre.
Emergencias aparte, claro.
#2 A nadie fuera de la UE le gusta la UE porque simplemente una unión de países europeos les fortalece frente a negociar individualmente como microestados totalmente independientes. Por eso a Estados Unidos no le gusta, a Rusia no le gusta, al Reino Unido tampoco, y no sé hasta qué punto le gusta a China, porque para ellos realmente es un mercado inmenso con capacidad de compra donde colocar sus productos y estos se guían más por el tema comercial.
Recordemos que la green card es algo que, en principio, uno debería llevar encima todo el tiempo para acreditar el estatus legal de residente permanente. Durante las cinco o seis semanas que tardan en mandarte el certificado y el pasaporte, te conviertes en un inmigrante indocumentado, quedando a merced de ICE.
Para los camisas pardas, esto es pesca fácil: la gente que está haciendo cola para recibir su pasaporte estadounidense y su certificado de naturalización son inmigrantes indocumentados a petición de la administración estadounidense.
volverse perdiendo dinero es facil porque ahorrando puedes hacer un colchon para salvar esa diferencia pero perder el resto de cosas... eso si es duro
Corta prestaciones y seguro que pondrá muy fácil alistarse.
Piensa mal...
Quién se enfade conmigo por no cogerle el móvil que directamente no use esa forma de comunicación conmigo
Eso podría ser habitual en los de la generación de la posguerra porque no se había generalizado el teléfono, o entre los niños, que no tenían acceso a este, pero después pasó a ser algo "invasivo" que solo esos de generaciones anteriores hacían.
Desde que llevamos el teléfono en el bolsillo, para mi, el protocolo es mandar un mensaje preguntando cuando tengo un rato libre.
Emergencias aparte, claro.
Y va y dice que les expliquemos por qué nos hemos vuelto contra ellos.
Pues mira, bonita, masacre tras masacre tienen la explicación