Aparte de ser de derechas,que es una enfermedad como otra cualquiera,¿no les da ni un poquito de vergüenza tener a unos dirigentes tan ineptos incluso con sus preguntas en el Senado?.
Cada vez que usan sus bocazas hacen crecer al perro Sánchez.Les puede el odio más que el intento de saber la verdad.
No pude ver más de 20 minutos... Menuda vergüenza y que puto show decadente. Las derechas de España dan asco y vergüenza a partes iguales y eso es solamente culpa de las tragaderas de sus votantes que consienten que el tráfico de influencias lleve a esos parásitos inútiles sin retórica ni capacidad intelectual ninguna más allá del insulto a dirigir un país.
#1 No como en USA o en Europa, que es una democracia que te cagas donde se hace lo que el pueblo necesita realmente y no hay grandes empresas manejando el cotarro a su antojo. El futuro es de China, y el presente ya también. Y puestos a hablar de libertades, hasta en eso nos están adelantando en el sentido más radical de la palabra. Un sistema que garantiza sanidad, educación, vivienda y cobertura de las necesidades básicas a todo el mundo y que, además, conlleva unas obligaciones y una responsabilidad. Un sistema que se planifica a varias décadas vista y que se centra en el progreso de toda la nación y no en los intereses de los cuatro millonarios de siempre. Y ya puestos, un sistema donde se castiga muy duramente la corrupción política. Mientras tanto, en USA y en Europa vuelve el fascismo y a ver hasta donde nos lleva esto.
Por si había la más mínima duda de si esta señora se merecía el nobel de la paz o no, resulta que el mayor hijoputa de este siglo nos lo acaba de aclarar.
Desde que se organizo El Estado de Bienestar en Europa después de La II Guerra Mundial la sostenibilidad del sistema ha estado basado principalmente en la voluntad política de mantenerlo y eso es lo que está fallando.
Cada vez que usan sus bocazas hacen crecer al perro Sánchez.Les puede el odio más que el intento de saber la verdad.
Hágase su voluntad
Por favor
los argentinossuamigosirviente milei... que pena, no?