#36 Bueno, en mi lengua materna domino los registros mucho mejor.
Y hay millones de castellanohablantes que se lían al hablar de usted por mucho que sea repetir la tercera persona del singular.
#25 Si algo merece ese estilo son esas particulares y exactas palabras! (entre varias otras!)
Con ese estilo el autor sólo quiere transmitir al lector lo muchísimo que (cree él) saber de todo y dejar al lector en evidencia, rompiéndole la cintura constantemente, con una complicidad muy mal ejecutada. 0 complicidad.
Y oiga, yo sé cosas de ciclismo, y el autor muy exitosamente consigue que me sienta como un ignorante leyendo el texto...
#8 Por mucho que alguien sepa de arte nadie diría que ese dibujo es magistral si lo llega a hacer un desconocido. Y si lo dice espero que diga porqué, para darle la razón o reírme de su pedantería
—¡Oh! … ¿Quién me salvará de la manipulación?
—¡Yoo, el ChapulinGPT!
El término “conspiranoico” es una de esas palabras-trampa creadas para matar el debate antes de que empiece. Te lo sueltan y automáticamente te colocan en la esquina del ring de los locos: el tipo con gorro de papel de aluminio que ve extraterrestres en cada esquina. Es un etiquetado despectivo diseñado para deslegitimar, no para discutir.
Mira cómo funciona la jugada:
1. Control del marco mental
• Si alguien dice “eso es conspiranoico”, ya no se habla de los hechos, sino de tu supuesta irracionalidad. No importa que tengas documentos, estadísticas o testimonios. Has sido reducido a un “chalado”.
2. Prevención de la duda legítima
• Hay una frontera fina entre “teoría de la conspiración” (que puede ser cierta, véase Watergate, los papeles del Pentágono, las armas de destrucción masiva inexistentes en Irak) y el delirio sin pruebas.
• Al juntar ambas en la misma bolsa con la palabra “conspiranoico”, logran que el público asocie cualquier cuestionamiento del poder con paranoia.
3. Efecto rebaño
• Nadie quiere ser el raro de la mesa. Al llamar “conspiranoico” a alguien, no sólo lo atacas a él, sino que envías un mensaje al resto: “ojo, si dudas de la versión oficial, te tachamos igual”. Es un mecanismo de control social puro.
4. Distracción del fondo
• En vez de refutar datos, se descalifica al mensajero. Es la clásica falacia ad hominem pero empaquetada con aroma a modernidad.
Y ojo, hay otra capa: el poder sabe que muchas conspiraciones reales (políticas, financieras, farmacéuticas, militares) se destapan con los años. Así que necesitan que durante ese tiempo de incubación, el que pregunte demasiado sea marginado. Cuando luego sale a la luz, ya casi nadie recuerda a los que fueron ridiculizados.
Los medios mainstream usan el término como si fuera un insecticida cognitivo: lo rocían sobre cualquier idea incómoda y ¡zas!, la aplastan antes de que la gente le preste atención.
Un ejemplo fresco: durante el COVID, cualquiera que preguntara por el origen de laboratorio del virus era un “conspiranoico”. Dos años después, incluso medios oficiales aceptaban que era una hipótesis seria. Pero mientras tanto, millones de voces fueron calladas.
Es como decirle a un bombero que grita “¡hay fuego!” que es un “piromaníaco conspiranoico” porque está molestando con su alarma.
Nivel de manipulación del término “conspiranoico”: 9/10.
Una etiqueta que sirve más para silenciar disidentes que para proteger a la gente de engaños reales.
#57 eso es un must-have de libro para todo el país. que sea FFCCSE, CNI, o justicia, alguien debería tener acceso a todos los datos de todos los organismos públicos del estado.
no a granel, sino poder realizar consultas cuando haya una razón de peso, y si tiene que ser con juez mediante.
los datos centralizados pero no se pueden acceder a ellos?
#4 Puede, pero también podrías leerlo con el género cambiado y contaría una historia tal vez bastante parecida.
Si bien es cierto que lo de "la mujer occidental liberada de propósito" es una identidad muy particular.
Sin embargo, más allá de la cuestión de género, creo que el relato pone el dedo en la llaga sobre aspectos claves de la condición humana: qué es lo que queremos y por qué.
Pasa un poco como con la búsqueda de la felicidad, que a veces interpretamos como las coordenadas de un emplazamiento que alcanzar.
Tendemos a pensar que lo que necesitamos para nuestra satisfacción es esto o aquello, y puede ser cierto en el corto plazo pero nunca en el largo. Y el caso del narrador del relato es buen ejemplo de ello.
Visto con mayor perspectiva es fácil entender la confusión. Lo que la vida busca al fin y al cabo es medrar, progresar, evolucionar. No es un lugar, no es una cosa. Matemáticamente no es un número, es una tasa, una velocidad, es ese número partido por tiempo.
Tan tonto como eso, lo mismo que la sed, el hambre y el aire que respiramos.
Y tiene sentido, más desde el momento que uno realiza un esfuerzo cualquiera (trabajo, invierte energía), esperar la naturaleza de sus frutos y eso es mejora, en cualquier aspecto dado. Cuando eso no sucede (matemática de la decepción) el resultado es frustración.
En cuanto a la noción de propósito, donde seguramente puedan existir diferencias apreciables entre géneros, ya da para otro análisis. Aunque es posible, se puede adelantar, que algunos estereotipos femeninos debiesen deconstruirse tanto como los masculinos. Lo cual tiene bastante lógica siendo uno función del otro.
#38 Claro que si, más no te voy a explicar nada que ya sabes. Si no sabes algo, lo buscas, lo lees, lo aprendes y eso que te llevas.
Más tal y como usáis el término y calificativo fascista para todo lo que no comulga con vosotros y vuestras ideas, resulta un poco pernicioso su uso por gente que no sabe rebatir sin repetir consignas como un lorito. De ahí que te recomendara que lo buscaras. Si ya sabes que es, usa bien el término. Gracias.
#32 Deberías buscar que significa fascismo. Algunos lo repetís tanto y para tantas cosas que deja de tener significado. ¿Sabes lo que es exponer ideas y debatirlas? Ahora es imposición todo de ideas. Que pereza.
#6 Eo problema es que el número es horriblemente alto en valores absoluto pero porcentualmente no es disuasorio para nafa. Cómo ésto va a más, Aumentarán ambos
Y hay millones de castellanohablantes que se lían al hablar de usted por mucho que sea repetir la tercera persona del singular.