En un estudio de la Universidad de Cornell recientemente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores analizaron con precisión milimétrica el proceso de corte de una cebolla. Pero no se trató de una simple observación superficial: emplearon cámaras de alta velocidad, microscopios electrónicos, velocimetría por seguimiento de partículas e incluso modelos matemáticos avanzados para desentrañar la física detrás de la acción.
Lo que encontraron es que cortar una cebolla no es una simple separación de capas
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etiquetas: cebolla , cuchillo , corte
Un día leí que el problema no está en los ojos, si no en lo que respiras. Y como me lo creo todo, probé mascarilla y no lloré.
Cc #6
Prueba a comprar cebolla ahora y no ponerte la mascarilla y nos cuentas
Vale, es cierto, la cebolla hace llorar.
Pero es que una tortilla de patatas sin cebolla, tambien.
Pues a mi una tortilla de patatas me empodera y produce una plenitud rallando la iluminación.
En cambio de la tortilla española, que se puede esperar aparte de llorar por lo penoso que es su sabor.
Y no creo que yo haya ganado resistencia, sino que las cebollas son más sosas.
¿Hay más gente que no le da llorera? A mí hace años me daba, pero ya no, y si no leo envíos como este, ni me acordaba que se llora (tampoco llorar, llorar) al cortar cebolla.